jueves, 13 de noviembre de 2008

Una profecía aplicable a nuestros días

Una profecía con un tema importante:

El libro de Hageo nos indica, dentro de otras cosas, que cuando Dios logre recobrar de manera prevaleciente la edificación de la casa del Señor, entonces Cristo vendrá. En el libro de Hageo se profetiza acerca de Cristo como: “el Deseado de todas las naciones” (2:7) Cristo, el Deseado de todas las naciones, vendrá. Nosotros sabemos quién es la paz, el descanso, la seguridad y la satisfacción. ¡Es Cristo, el Deseado de las naciones! ¿Pero cómo es que Cristo podrá venir como el Deseado de las naciones? ¡Únicamente si la edificación de la casa de Dios es recobrada! El que las iglesias locales sean recobradas guarda estrecha relación con la venida de Cristo como el Deseado de todas las naciones.
Debido a la degradación del pueblo de Dios, éste fue llevado cautivo de la tierra de Canaán a Siria y a Egipto, y la mayoría fue llevado en cautiverio a Babilonia. Si suponemos q ninguno de ellos hubiera retornado de alguno de estos tres lugares de cautiverio a Jerusalén y a la tierra prometida. ¿Cómo entonces podría haber ocurrido la primera venida de Cristo? Fue profetizado con toda claridad que Cristo, el Mesías, nacería en Belén y que procedería del pueblo de Dios. Sin embargo, todo el pueblo de Dios había sido llevado lejos, y si ninguno de ellos hubiera regresado, ¿cómo podría entonces nacer Cristo del pueblo de Israel en Belén? No habría la menor posibilidad de que esto ocurriera. Así pues, debe ser patente para nosotros cuán importante es regresar de la cautividad, no solamente para llevar a cabo la edificación del templo, sino más aún, para hacer posible la venida del Deseado de todas las naciones.
Hoy en día, muchos cristianos queridos aman al Señor y están dedicados a trabajar para el Señor; pero todavía discuten con nosotros diciendo: “¿Por qué deberíamos todos retornar a las iglesias locales? Sin embargo, debemos analizar la situación. Quizás ellos hagan muchas cosas para el Señor en Babilonia, pero les será imposible hacer que el Señor regrese. Es imposible que el Señor, el deseado de todas las naciones, retorne al lugar del cautiverio. A fin de que él regrese, un remanente de su pueblo debe volver al terreno original… En el libro de Hageo vemos claramente que la obra de retorno respecto a la edificación de la casa de Dios está íntimamente vinculada a la venida de Cristo como el Deseado de las naciones. Nosotros, por lo pronto, sabemos que Él no vino a quienes estaban en Babilonia, sino a los que habían retornado a la su redil, su pueblo, la iglesia.

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